Lo primero de todo es que son un bello objeto de decoración y que se pueden considerar una obra de arte natural.
2. Crean un ambiente cálido y mágico por su colorido y la suavidad de su luz.
3. Absorben el exceso de ondas electromagnéticas emitidas por la radio, TV, ordenadores, etc..
4. En Feng Shui son un elemento que transmite buen “chi”/energía y se pueden ubicar en zonas oscuras y zonas claves del bagua (como en el área de fama para reforzar el elemento fuego). Véase pie de página*
5. Neutralizan los malos olores.
6. CROMOTERAPIA. También actúan a través de la luz y el color: las de tonos naranjas aumentan la creatividad y ganas de vivir, y las blancas aportan claridad mental y favorecen la concentración y vida interior.
7. IONIZACIÓN: este es el beneficio más importante. La sal contiene casi todos los oligoelementos de los que depende el buen funcionamiento del organismo. La lámpara encendida enriquece el ambiente con IONES NEGATIVOS, equilibrando el exceso de iones positivos (perjudiciales para la salud) que emiten los ordenadores, televisores y otros electrodomésticos.
La mayor concentración de iones negativos se encuentran en la orilla del mar, en las altas montañas, bosques, cascadas y ríos y tienen efectos beneficiosos en nuestro organismo a nivel circulatorio, inmunitario (refuerzan las defensas), digestivo y respiratorio.
Las lámparas de sal están indicadas para personas alérgicas y con problemas respiratorios.
8. Uno de los mayores expertos españoles en las propiedades de los minerales, Angel Aranda, informan que las lámparas de sal también ayudan a eliminar la negatividad del ambiente, y que cuando hay mucha tensión (“mal rollo”, discusiones, peleas, etc..) en una casa, puede aparecer un charco de agua alrededor de la lámpara porque la sal transforma esas malas vibraciones en agua.
9. Mejoran la calidad del sueño y combaten el insomnio.
10. Pueden ser un elemento para meditaciones activas.