Este amuleto se usa principalmente para una protección frente al mal de ojo, esto es, contra las posibles maldiciones que fueran lanzadas contra una persona.
En general, se suele usar también para protegerse de las malas vibraciones, de las personas que quieren hacernos daño, y de todos aquellos elementos externos que tratan de romper la unidad familiar o perturbar la tranquilidad personal.
Del mismo modo, el ojo turco no solo sirve para ahuyentar los malos augurios y las malas vibraciones de nuestro alrededor sino también para impedir que nuestras malas vibraciones y pensamientos afloren al exterior e influyan negativamente en los demás. Por ello también debe ser considerado como un símbolo de paz y comprensión.