Es uno de los colores asociados a La Luna, por lo que lo podemos utilizar para consagrar herramientas de adivinación, potenciar nuestras capacidades psíquicas o equilibrar nuestras emociones. En las tradiciones Yorubas es uno de los colores asociados a Yemayá, por lo que también lo podemos utilizar para peticiones relacionadas con el hogar, fertilidad, protección y prosperidad. Por su asociación con el metal de la plata es uno de los mejores para atraer la abundancia.