Su infusión se salpica sobre nuestras herramientas de adivinación para consagrarlas y potenciarlas.
Aporta autoestima, seguridad y confianza. Aleja la influenciabilidad, el miedo y la debilidad de carácter. Protege y fortalece el aura y nos aporta poder personal. Atrae el éxito, la buena suerte, el amor y la prosperidad.
Si nos la colgamos en un saquito azul o morado, desarrolla nuestros dones psíquicos. También se suele quemar en ceremonias mágicas de iniciación.
(*El peso de las bolsas puede variar según el volumen de la hierba que contengan.)