Conocida por los griegos como Tiqué, y por los romanos como Fortuna, esta poderosa Diosa, es la portadora del Cuerno de la cabra Amaltea o Cuerno de la Abundancia. Amaltea es la cabra que amamantó a Zeus, padre de los Dioses Olímpicos, cuyo cuerno rompió por accidente con uno de sus rayos mientras jugaba con su madre adoptiva, y en compensación le otorgó al cuerno el don de conceder a su poseedor todo aquello que desease.
Para que no cayera en malas manos éste cuerno pasó a ser propiedad de la Diosa Fortuna, la cual concede Fortuna a aquel que la propicie y si su intención es pura.