Favorece la meditación y aporta elevación espiritual, siendo uno de los mejores, de hecho, para darle luz a un difunto. En las tradiciones Yorubas, es el color de Oyá, junto con el marrón y el rosa, por lo que es muy usado para todo tipo de peticiones relacionadas con el plano espiritual. También se asocia al Planeta Neptuno, por lo que es muy efectivo para barreras o bloqueos y nos aporta inspiración e intuición.
Se puede complementar con los ingredientes correspondientes a la petición a realizar (hierbas, polvos, otros complementos de ritual).